Construir nuestra casa ha sido una experiencia de vida. Desde volar con la imaginación e improvisar en el diseño, aprender sobre los materiales y las técnicas de bio-construcción hasta compartir con cientos de manos voluntarias ha hecho que el camino y el resultado final sean un espacio abierto en el cual podemos compartir todo el amor y la alegría que recibimos al construirla y gozamos al habitarla. Por varios años servimos los desayunos a nuestros huéspedes en el comedor de la casa, mientras los chicos dormían en las habitaciones contiguas. Ahora disponemos del SUM pero curiosos y entusiastas de la construcción natural pasan constantemente para conocer nuestra casa ecológica con sus paredes de adobe, techo vivo y diseño solar pasivo...
Valoración
100 %