Los primeros registros históricos de la región datan de principios del siglo XVI, toda la falda de las sierras de los Comechingones habían sido otorgadas por herencia a Tomas Fernandez, quien al morir en 1712 deja un sector importante en capellanía a los Padres Dominicos de San Luis.
Además Don Tomas donó quinientas yeguas y otras tantas ovejas, ganado que se encontraba bajo el cuidado de Juan Perez Moreno, administrador de las tierras y vecino de la estancia donde se instalarían los Dominicos. Entre 1720 y 1727, ya existía un importante asentamiento de vecinos.
Juan Perez fue el constructor de la Capilla Nuestra Señora del Rosario de Piedra Blanca. El 27 de mayo de 1795 sus herederos donaron 9 cuadras lindantes a la capilla para fundar la Villa de Merlo.
Don Juan fue enterrado en esta capilla al igual que toda su familia. Al instalarse los reverendos padres, bautizaron la estancia como “Piedra Blanca”. Lo primero que construyeron fue un molino de pan, que beneficiaba a todos los vecinos. La región de Cuyo dependía de la Capitanía General de Chile. A partir de la creación del Virreynato del Rio de la Plata, San Luis pasa a depender de la Gobernación de Córdoba del Tucumán.
El 23 de junio de 1794 Juan de Videla, Comandante de Armas y Subdelegado de la Real Hacienda visita el paraje y notifica al Gobernador Intendente de Córdoba Marqués de Sobre Monte sobre la conveniencia de fundar una villa en esta zona, fundamentando su pedido en la belleza del paisaje y vistas, el agua de excelente calidad, la existencia de capilla y el afincamiento de más de 60 vecinos.
Entre los vecinos que atestiguaron las ventajas de formalizar la fundación se cuentan a Don José Rodriguez, Santiago Romero, Vicente Muñoz, Francisco Gallardo, Manuel Vieyra, Nolasco Vidal y Jose Alaniz.
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